Hola
Este es el sitio web de una diseñadora gráfica que sueña en colores. Aquí encontrarás algo de mis trabajos, ideas, datos y vinculaciones. Agradezco tu visita y espero disfrutes la estadía
Rara…
Escrito el 3 Julio 2008 — A las 1:18 — comenta →
Hoy vi a esa mujer que regresa, y su alegría me sabía a tristeza. La vi con otra cara, con otra piel, con esas cicatrices que hablan de cosas que pasan. De estos días que te escribo y no te escribo, saco las cuentas al final del día y no saco mucho. Y es que éste lo aguanta todo, y yo me voy pareciendo. Ya no sé ni porqué, ya no encuentro respuestas en el suelo. Y qué se hace cuando en el alma se lleva.. y se lleva además la impotencia.
Una pared me mira y no me da respuestas, sólo me escucha, y sus ladrillos me abrazan. Ella me pregunta y me aconseja sobre cosas vanas, ella no entiende nada. Yo la oigo sin escucharla, y me siento rara.
Quizá mañana me verás y te dará pena. Pena de que estas lineas te hablen de las cosas que me pasan.
Un Chao con Pala y Grúa…
Escrito el 31 Marzo 2008 — A las 21:19 — comenta →
Hace unos cuántos días que mis calles se revolucionaron. Se pasean pancartas, familias completas y señoras con ollas. Todo por culpa de unos cuantos árboles chicos y un poco de maicillo. Esos arbolitos que no hace mucho eran solo un par de ramas. Y esas señoras que alegan y alegan. ¿Qué tiene que el Sr. Alcalde haya regalado un parque regalado?, pensaba yo. Pero hoy fue distinto. Hoy comenzaron las excavaciones, miré al parque y lo único verde que vi, fueron los paneles que circundan a la constructora. Hoy me di cuenta que todos esos arbolitos nacieron y crecieron ante mis ojos, van a ir a parar a un camión lleno de escombros.Entonces comprendí que todo cambiaría, que ya no vería a los niños corriendo ni las carreras en bici, como antes. Ya no iré a conocer chiquillos al parque, como antes. Ya no habrá más helados derramados sobre mi falda y un fondo de pasto verde, como antes. Ya no habrá más sonrisas al sol, como antes.
Ya no nos pasaremos la reja de noche, evadiendo a la guardia municipal, como antes. Ya no cruzaré por dentro para recibir piropos de los bikers, como antes. Ya no sacaremos más de esas fotos, como antes.Ya no tendré conversaciones contando sus tréboles, como antes. Ya no veré más a la Jacinta, la perrita de esa señora de lentes que anda en bicicleta, como antes. Ya no me llamarán para ir al parque, como antes.
Pero este parque que se derrumba, también se lleva algunos de mis días grises, que quizá nunca me hubiese sacado, sino hubiese llegado esa pala y esa grúa.
I take the plan, spin in sideways..
Escrito el 20 Febrero 2008 — A las 22:07 — comenta →
– Esa que Ud. ve desde aquí, es la Alma. Ella es la de la que yo le hablaba, la que me ha contado tantas cosas:Una vez me contó que “había una familia humilde que se ganó una mesa de ping-pong en un bingo, jugando con un cartón regalado. Resulta que no tenían comedor en la casa, así que le dieron ese uso a la mesa de tenis, y así se reunían con mantel verde y rayas rectas para comer. De pelotas y paletas, nunca se supo”.
Otra día me contó que conocía “un pueblo, no a muchas cuadras de la ciudad, donde la gente rica era fea, y la gente pobre era bonita. Era tanta la diferencia, que la gente rica regalaba su dinero y cada día se embellecía más. Al final, todo el pueblo era hermoso, pero su economía no andaba bien”.
Otro día, la Alma me contó de “una niña que no podía llorar. Se le habían secado los ojos por mirar detenidamente el sol. Entonces cuando estaba triste, la niña trataba y trataba y no salía de sus ojitos ninguna lágrima. Esto la entristecía aún más, pues no podía desahogar su llanto. No podía reirse hasta llorar, ni le daban muchas ganas de reir tampoco”.
Yo en verdad creo que la Alma está medio loca. No le creo mucho las cosas que me cuenta. Se las debe inventar para distraerse de cosas realmente importantes. Igual me gusta escucharla, las cuenta con talento. ¿Qué cree usted? –
– Yo creo que se está oscureciendo.
Tos…
Escrito el 22 Diciembre 2007 — A las 1:11 — comenta →
Me duele el pelo. Muy por debajito de las 3 capas de mi piel, he hecho cosas que no debo y debo cosas que no he hecho. En la sien, me traiciona lo que pienso, aquello que invento, y se contrapone con lo que siento.Delante de mis ojos, hay gestos: pequeños espacios llenos, que puedo ver, habitando en un medio flotante, van desde una sonrisa ajena a mis lágrimas, y que decodifico como mensajes secretos. Mientras con mis dedos, voy mirando por la ventanilla, para que no me hagan ceder el asiento, el pulmón se cansa de leer cosas implícitas.
No pasan las moléculas por mi membrana y me faltan los nutrientes de la calma y las células de las sonrisas casuales.. Las mitocondrias me miran pidiendo una respuesta que no les puedo dar, y amenazan con irse a paro.
Mis caderas quieren tener una función verdadera, y en una rodilla guardo el lapiz de las palabras bonitas, me cuelgo en una oreja la mochila de los futuros recuerdos, esperando que pasen los días y se me vaya la tos de la cabeza.
esperando la 358…
Escrito el 31 Julio 2007 — A las 1:04 — 1 comentario →
… cuando veo a través del vaso, veo a través del tiempo… dice una canción que conocí hace poquito más de un año. En ese entonces, el vaso me significaba otra cosa. Todo era muy nuevo para pensar en el tiempo, y los deseos a ratos de que este pasara rápido, y a otros ratos de que se demorara siglos y siglos. Es increíble como no olvido colores, olores y sonidos, donde caminaba extraña en tierras con una gente que no me recuerda.
Hoy veo desde afuera del vaso, y logro darme cuenta del tiempo. Este tiempo que ha ido pasando, donde pareciera ser que desde el banquito a luz de media tarde, como anciana mujer que ya prescinde del 100% de los acontecimientos que le suceden, veo pasar los días, sin ni siquiera moverme de estas transversales tablas que me soportan ahora. Veo cómo han cambiado las fachadas de estas casas, cómo se han ennegrecido, cómo se han descascarado, cómo se han ido cayendo las admiradas ventanas, las puertas carcomidas.
Y como si tuviera una nueva ocupación repaso hojas de este cuaderno de las más recientes noticias, donde me veo luchando con el viento en contra, que me susurra todas esas cosas que veo, penetran mi piel pero que evito. Cierro los ojos ante una tina que se rebalsará en cualquier momento y espero entregada el instante en que el agua desbordada me toque los pies, luego las rodillas y entonces sean las cascadas de mis ojos las que llenen esta compacta habitación.
No puedo hacer nada, ante años de sonrisas. Nada, ante años de sensaciones que vienen a interrumpir cada día. Nada, más que taparme los oídos con esta esperanza ciega, mirar en 45 grados y suspirar, porque nunca me ha caracterizado la valentía de afrontar uno que otro fracaso, cuando quizá ahora sea el monto mayor. No busco idealizar lo que he aprendido a enfrentar como normal. ¿Cómo evito esos ojos que cambian con solo echar atrás la cuenta? ¿Cómo se edita este material, esta información heterogénea, que un día me hace caminar cantando y los otros me duermo entre las más horribles conclusiones?
No se si se ve mejor el tiempo dentro o fuera del vaso. Quizá debería no pasar el tiempo. Quizá debería dejar de fijarme en lo que no soy, y decir basta. O quizá no pasará nada.
des-enredada…
Escrito el 30 Junio 2007 — A las 0:34 — comenta →
Hace algún tiempo, extrañaba un par de carcajadas y palabras inigualables, extrañaba conversaciones con extraños sobre cosas que no son nada. No esperaba encontrarme en un lugar no cotidiano; luego cambiaron los sujetos y cambiaron los lugares, pero se mantienen algunos sentimientos miserables: ya no siento muchas cosas que he ido dejando en el camino para quitarme el peso; ya no recuerdo olores ni sabores que antes me configuraban la vida; es la piel quemada por el frío que pierde su sensibilidad, su tacto, su humanidad.
Es entonces, cuando aparece un dulce de frambuesa entre otros de licor que no me gustan a pesar de que nunca los he probado! Pasan los trenes y me doy cuenta que existe un mundo paralelo de seres distintos; he leído un montón de libros de pensamientos diversos, y aún así sigo creyendo en los míos. Remo en un océano ingenuamente hasta “llegar al horizonte”. Estoy muy naranja para ser verde, pero aún así todavía demasiado lejos del rojo.
Ahora puedo asimilar que nunca leí entrelíneas a pesar de encontrarme a centímetros: “Dentro de nuestras actas aparece que sirves para todo, con tus niveles…”; así me orientaron, así crecí. Ese fue el vaticinio que desembocó un sistema de años y años… y ahora se derrumba, como mis ídolos y sus ídolos: mil cosas que no decían nada, amargo trago que se digiere tardío.
Poco se puede hacer ahora, el plato ya está servido. Me disculpan si a ratos quiero levantarme de la mesa, es sólo por un momento breve. Dudo mucho que sea capaz de dedicarme al ayuno, nunca me he atrevido, me lo impide un miedo tan grande como el de guardarme un abrazo predestinado.
Tal vez si tan sólo me quedara aquí, sentada en este pedacito de nube, mirando la lluvia caer por debajo.
Hoy supe algo…
Escrito el 8 Mayo 2007 — A las 0:09 — comenta →
Hoy supe que el Señor Muy Alto de Bigotes tiene un celular negro. Supe también que tomó la línea 4 del metro, con dirección Plaza de Puente Alto, en la estación Tobalaba, a eso de las 9:30 PM. Lo vi acompañado de una chica, que no le soltaba la mano mientras bajaban la larga y concurrida escalera.
Sé que tiene un estilo especial para hablar, del cual nos reímos un ratito, porque somos malos!. Sé que habla fuerte por celular cuando se encuentra en público. Lo escuché decir que tiene un problema con unas cortinas que nunca se encargaron de arreglar. Sé también que tiene un compadre, llamado Juan, que contesta el teléfono un día lunes en la noche, con el cual se encargará de las cortinas mañana.
Sé que quizá no debería haber prestado tanta atención a lo que el Señor Muy Alto de Bigotes decía. Sé que invadí su privacidad y casi me metí en su teléfono. Pero creo también tener la certeza, de que nunca más escucharé su estilo especial de hablar y no olvidaré sus descuidados bigotes.
enchúlame la bitácora, 2007
Escrito el 1 Mayo 2007 — A las 17:07 — 1 comentario →
En estos días de fin de semana laaargo estuve, entre otras cosas, decorando la portada de mi cuaderno de bitácora original: aquel que escribo a mano sobre papel y que es la versión análoga de este blog; ya que el papel lo “aguanta” todo. Lo pasé bien haciéndolo. Arriba una muestra de cómo quedó.
Balance de un día gris, como esta piedra…
Escrito el 10 Abril 2007 — A las 23:00 — comenta →
1. Ojalá todos se callaran un rato…
2. En otra vida, hubiese bailado breakdance.
3. Mucho frío con algunas gotas de lluvia al mediodía, seguidas por un radiante sol con forma de abrazo.
4. Necesito harta plata -> $$$$$$$$$$
5. Hoy me acordé del primer texto que escribí, era un poquito violento.
6. Tengo que programarme un nuevo horario, que contemple cosas realmente importantes.
7. Mejor me hubiese quedado durmiendo :S
in my life…
Escrito el 8 Abril 2007 — A las 19:31 — 5 comentarios →
Flotando en una tarde larga de domingo de chocolates, me siento una vez más a escribir. Haciendo un recuento de los últimos días de fin de semana largo, caigo en la cuenta de que se fueron 4 días destinados a medio trabajo, medio descanso.
Partieron meditativos en una micro, aunque según recuerdo lo que me decía un antiguo y apreciado compañero de colegio, nunca es posible meditar si el ambiente no te proporciona las condiciones adecuadas, mientras cruzaba sus piernas en posición como para decir:“ooooms”
Cierto o no, la cuestión es que me puse a escribir, entre frenazos y tiritones proporcionados por un improvisado bus-micro alimentador, que para mi infortuna, me tocaron amarillos por el sector donde vivo, quitándome toda posibilidad con anticipación, a sentirme en un “nuevo sistema de transportes”.
En fin, al principio de esta semana y sentada junto a la rayada ventana, llegaba a conclusiones tales como: “descubro que 4 años de depresiones varias se disfrazan en una forma de afrontar los días, si hoy me despierto triste me auto-infrinjo poca energía y baterías bajas”… …”voy basando los hechos según la canción que resulta de este shuffle, podría descargarme mirando feo a quien pasa a mi lado”… pero justo cuando terminaba de poner el punto en esta frase, levanto la vista y reconozco una mirada de una de esas personas que “ubicas” pero no te atreves a saludar, sintiéndote incapaz de abusar de la confianza pero a la vez tonta por no haber saludado, si entre millones de personas, una mirada amable nunca sobra. Bajo la vista y la sumerjo entre las letras chuecas que resultaron de las imperfecciones de las calles.
Pasan los días entre: la música muy fuerte de una buena tocata, que me deja 3 días con un oído pensando que mi cercanía al parlante derecho finalmente no era una posición estratégica en el recinto; una girla’s night de copuchas, actualizaciones, juegos y cortometraje con mis nenas chicas; una tarde completa de sonrisas y regaloneos con “the one for me” que aparte de agradecer, la tomo como recarga para empezar una fea semana; y una noche de café, cigarros, bromas y vouyerismo, en la casa de la pequeña oscura.
Terminan estos cuatro días en los que descubro que debería haber dormido más, trabajado antes y comido menos (aunque mi nueva amiga, la balanza, me cuenta que bajé 2 kilos comiendo, raro!); entre chocolates y una canción de disco antiguo, donde unos en ese entonces jóvenes y hippies Beatles me sacan palabras de la boca para cantar:
“There are places I’ll remember
All my life though some have changed
Some forever not for better
Some have gone and some remain
All these places have their moments
With lovers and friends I still can recall
Some are dead and some are living
In my life I’ve loved them all”…
De la canción In my life del, en mi opinión, más hippie de sus discos: Rubber Soul, escrita un 3 de Diciembre de 1965. En esos años, 4 días se me hubiesen ido en hechos más psicodélicos, nunca es malo soñar un poquito.